domingo, 9 de junio de 2013

Un buen Tango.



No le digas a nadie, solo calla
que en este suspiro pueden caer dos pétalos de sal,
queriendo ser dulces al gusto,
saben al sudor, de las camas recién desvirginadas
¿ Y qué?
mírame e imagina un cielo rojo,
como la sangre,
cambiando al violeta de las amatistas más bellas
Dame la mano y olvida mi edad,

lo se, soy viejo.
Tengo una sonrisa por cada partida
y una carta de trampa por cada supuesto
Déjese caer a mi manto
y si la cubro con mi sombrero, será,
no engaño, solo, un triste tango.

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