Es así como pasan, como salvavidas a tu cerebro amigo del olvido, fotos, relatos, testimonios. Que una vez harto de hacer memoria y limpiar el cassette para escuchar esa parte, aparecen para aclararte qué fue lo que pasó realmente, cómo eras en ese entonces. Y te da vergüenza, nostalgia, y si te están molestando, tal vez un poco de molestia. Te sientes orgulloso de lo que fuiste... tal vez.
¿Qué podemos hacer frente a sentir esa nostalgia? Dejarla tal cual como el recuerdo que es. Si algo me enseñaron es que el acontecer está hecho de momentos únicos e irrepetibles. Puedes "revivirlos" en un tiempo presente, pero -¡asúmelo!- no volverán a ser como fueron. Simplemente tú eras otro; las personas con las que estabas en ese momento cambiaron, no son las mismas, ya no hablas con ellas, o no están simplemente. Solo podremos disfrutar del recuerdo cada vez que vayamos a nuestra gran biblioteca, al "archivo" personal, revisarlas tal cual, recordar... ese recuerdo te libera del presente que (parece) ser agobiante y te invita a poner ese VHS (ok, no ocuparé más analogías noventeras) y ver cuando eras pequeño, o simplemente ver una foto en tu red social favorita, una entrada en tu muro, una imagen. Lo que sea, te recordará y podrás ser feliz, sabiendo que recorriste un camino, que ya eres otro, y que no serías el mismo sin tus vivencias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario